Atravesar el fuego
y no quemarme,
atravesar el agua
y no mojarme,
atravesar los días
sin mirar la hora,
atravesar los besos
sin quedarme en ellos,
atravesar el miedo
muerto de risa,
atravesar el círculo
hasta las afueras,
atravesar la noche
y seguir luciendo,
atravesar la calle
con el baile puesto,
atravesar la duda
sin certeza alguna,
atravesar la música
sin dar la nota,
atravesar la vida
a ras de hormiga,
atravesar el espejo
como un reflejo,
atravesar la muerte
y salir ileso,
atravesar el folio
y empezar de nuevo.
Categoría: Poesías
Memondo
Me llamo Memondo,
soy tonto del bote
y como sombrero
llevo un capirote.
Yo vivo del cuento,
como sopa boba,
duermo como un tronco,
soy una marmota.
Tengo en el cerebro
agujeros negros,
ahora ya no pienso
y ando más ligero.
No estoy contratado
ni tampoco en paro,
a mí no me para
ni dios ni el diablo.
Los lunes al sol,
mejor que en el tajo,
no me contéis cuentos
de vuestros trabajos.
No tengo un móvil
ni un cuatro por cuatro
ni un salario fijo
ni cuenta en el banco.
Paso de horarios,
yo voy a lo mío,
hago lo que quiero,
no pido permiso.
Vivo muy contento,
me río de mí mismo,
la vida es juego,
siempre seré un niño.
Mira que no corro,
ya no tengo prisa,
lo contemplo todo
desde otra brisa.
Y como mascota
tengo una hiena,
estoy aprendiendo
a reír como ella.
Hablan de la crisis
en el Mercadona
con los carros llenos,
me parto la polla.
Yo cometo errores,
como todo el mundo,
pero no te culpo
de mis desaciertos.
Aunque me la peguen,
yo siempre confío,
si viene torcido,
lo toreo y sonrío.
He perdido el miedo,
ya nada espero,
no tengo deseos
ni casi recuerdos.
No hay nada seguro,
todo es incierto,
por eso apuro
todos los momentos.
Ya no me preocupo,
tan sólo me ocupo
de lo que ahora mismo
me traigo entre manos.
Espíritu abierto
es lo que cultivo,
divago y converso
hasta con los muertos.
Tal vez sea un loco,
tal vez sea un necio,
vivimos un sueño,
pues que sea bello.
Yo sólo escribo
por amor al arte,
yo sólo escribo
para enamorarte.
Como la gaviota
sigo tu pesquero,
tú tiras a puerto,
yo voy mar adentro.
Me quito el disfraz,
me paseo en cueros,
llegan los civiles
y me llevan preso.
Soy un pobre diablo
y ahora ya me largo,
que hace un buen rato
que me quema el rabo.
Disparador de escritura: Anímate, coge papel y boli, y escribe un texto presentándote en tono de humor. Es gratis y muy saludable.
Duende, en la palabra
Duende, en la palabra
que surge espontánea,
que juega y pellizca,
que ríe, que incendia,
que canta entusiasta,
que danza con magia,
pasión que arrebata.
Duende, en la palabra
que besa y abraza,
que expresa y nos muestra,
que al miedo espanta
rompiendo corazas.
Duende, en la palabra
que inspira confianza,
que alegre celebra
y todo lo abarca,
caricia que encanta.
Duende, en la palabra
que inventa y revela,
que ama y desarma,
que incita y despierta
y a la aventura
con fuerza nos lanza.