El gato vigilaba el horno donde se asaba su presa, un simpático gorrión urbano. Había aprendido de su ama la civilizada costumbre de cocinar cadáveres.
De mi libro «Microbios» (2004): DESCARGAR GRATIS AQUÍ
El gato vigilaba el horno donde se asaba su presa, un simpático gorrión urbano. Había aprendido de su ama la civilizada costumbre de cocinar cadáveres.
De mi libro «Microbios» (2004): DESCARGAR GRATIS AQUÍ
volvemos al humor y la síntesis. Me encanta.
Gracias, Marisol. Un abrazo.