Coleccionaba máscaras, tenía una diferente para cada ocasión. Un día quiso mostrar su verdadero rostro, pero ya era demasiado tarde.
(Entregado a mi vocación de barrendero, más microrrelatos hasta finalización de contrato. Pasado Reyes, retomaré el curso normal del blog).
Cuanta verdad encierra.
Un abrazo.
«Persona», del latín: «máscara». Besos.
Que sería del mundo sin máscaras…Una revolucion, sin duda. Abrazo
A lo mejor el problema no son las máscaras, sino creérselas. En este teatrillo de la vida, pasamos por muchos personajes, pero no somos ninguno de ellos. Eso lo saben los niños cuando juegan y los actores cuando suben a escena. Otro abrazote para ti.