Sugerencias
Cuando ante el papel en blanco, te preguntes: ¿sobre qué demonios escribo?, estate seguro que no se agotó aún tu arsenal de ideas. Lo más probable es que estés cansado, falto de ánimo o, tal vez, que las grandes pretensiones que te haces con la escritura te inducen a considerar insignificante todo lo que se te ocurre.
A cansancio, descanso. A falta de ánimo, disciplina. Y a grandes pretensiones, humildad.
El placer de escribir y de inventar no debe enturbiarse con consideraciones de calidad o perfección formal. Este es un asunto que viene después, al corregir y pulir lo escrito, nunca en el momento de ponerse a escribir.
Uno de los problemas más comunes del escritor que empieza es el bloqueo ante el papel en blanco. Si no eres capaz de examinar las causas de tu estancamiento y de ponerle solución –humildad, disciplina, relajación–, vivirás con ansiedad lo que tiene que ser un placer.
Disparadores de escritura
Hoy nos vamos a centrar en las listas.
Las listas son una buena fórmula de acumular disparadores para utilizarlos en nuestra práctica de escritura o en esos momentos de bloqueo en los que parece que no se nos ocurre nada.
Es más, yo diría que en esas listas se van colando inadvertidamente y de una manera condensada muchos asuntos que inconscientemente nos rondan la cabeza, el corazón o las entrañas, que con todo eso y más se escribe, para aflorar en su momento, arrastrando tras de sí la historia que no sabíamos que queríamos contar.
- Amo… Odio… Haz una lista de tus amores y de tus odios, pero rehúye los grandes temas. No escribas: «Amo la libertad, a mis hijos, la paz…» u «odio la guerra, la injusticia, la corrupción…». Eso no te llevará a ningún lado. A los grandes temas es difícil hincarles el diente. Es más fácil hablar de la libertad escribiendo sobre una tarde de verano en el río durante tu infancia, así que tira de amores y odios más personales, más cotidianos, más, por decirlo así, insignificantes: «Amo a los perros abandonados, los hierros herrumbrosos, esos pantalones cómodos y vacilones que me compré el verano pasado…» «Odio las gomas apretadas de los calzoncillos, el ruido de esa moto perdorrera en la madrugada, el sonido del móvil en el cine, la laboriosidad de las hormigas y su gregarismo…»
- Haz una lista con: «Quiero escribir sobre…» y vete apuntando lo que te venga en ese momento: una frase, un detalle, una ocurrencia, una imagen concreta, un olor, un sonido, un sabor, un personaje…Y ahora haz otra lista con: «No quiero escribir sobre…». Ahora oblígate a escribir de ambas listas.
- Haz listas con palabras que te gusten especialmente, que te resulten evocadoras.
- Utiliza la lista de la compra que hayas hecho y escribe un poema de amor o una historia de miedo o simplemente un texto surrealista a partir de ella. Juega. No se te olvide jugar.
- Haz una lista con esos chispazos y ocurrencias que te llegan mientras paseas en silencio, justo antes de quedarte dormido, mientras friegas los platos de la comida o planchas, mientras estás meando. La musa, como los gatos, siempre se presenta cuando menos la esperamos.
- Puedes hacer listas con tus miedos, con tus obsesiones, con tus fantasías…, para utilizarlas cuando no se te ocurre de qué escribir.
Oficio de escribir
«Escribir es un acto de amor, si no lo es, no es más que escritura». Jean Cocteau
«Durante esos años (se refiere a su adolescencia) empecé a hacer listas de títulos, a escribir largas líneas de sustantivos. Eran provocaciones, en definitiva, que hicieron aflorar mi mejor material. Yo avanzaba a tientas hacia algo sincero escondido bajo el escotillón de mi cráneo (…). Bien, si algunos de ustedes es escritor, o espera serlo, listas similares, sacadas de las barrancas del cerebro, lo ayudarán a descubrirse a sí mismo, del mismo modo que yo anduve dando bandazos hasta que al fin me encontré». Ray Bradbury
Me voy a la playa a tomar el sol y me llevo mi cuaderno con su boli dispuesta a hacer listas. Jaja. Lo que más me gusta en esta vida. Gracias por recordarme lo bien que me lo paso haciendo listas.
De nada. Pero luego no las arrincones por ahí, vete abordando cada punto de la lista, también es muy divertido, aunque si solo te gusta hacer listas, puedes mostrarnos a un personaje y sus andanzas solo por sus listas. Un besote.
Gracias! Forma sencilla de ir hincando el diente a la escritura. Yo también voy a ir jugando a hacer listas… a ver a dónde me llevan.
Pues a jugar y a disfrutarlo, que lo importante es el proceso. El resultado, si tiene que llegar, llegará, además en su momento exacto, no en el que nos empeñemos nosotros. Besote, María.
Cuando se escribe durante muchas horas hay que densansar porqaue te bloqueas. La técnica más adecuada es levantarse del ordenador cada 30 minutos, por 5 de descando. Cuan regresas, seguro que te vienen nuevas y buenas ideas.
Gracias, Ramón, por la sugerencia. Yo prefiero escribir los primeros borradores a mano, pero incluso así, es conveniente tomar descansos de vez en cuando. ¿Cada cuánto? Depende de cada uno y del flujo creativo en el que se halle inmerso. Un abrazo.
¡Listas! Es fantástico, ya me había olvidado de ellas. Suelo hacer una lista de la compra que luego dejo en casa a propósito, para comprobar al regreso del super, qué tal va mi memoria. Extraordinario es que siempre saco algo mas de la bolsa, algo que no estaba en la lista, claro, a eso le llamo la tentación de la vista, de lo que los organizadores de las naves de los super saben un rato largo. Un abrazo y gracias por recordármelas.
De nada, Marisol, para eso estamos, para recordar juegos creativos. Besos.