«A la hora de escribir», de Bioy Casares, editado por Tusquets, es un libro en el que se recogen los diálogos mantenidos por Bioy Casares, gran escritor argentino y amigo íntimo de Borges, con los integrantes de un taller literario en tres sesiones celebradas en 1984, 1987 y 1988.
A lo largo del libro, el autor de la «La invención de Morel» nos habla de su decisión de escribir, del oficio de escritor, de la materia y la forma de la ficción, así como de sus preferencias literarias, sus memorias y sus amistades.
«Yo le aconsejaría a la gente que escriba –nos dice Bioy–, porque es como agregar un cuarto a la casa de la vida«. Y añade: «La literatura no es una imposición, es un placer».
Nos recuerda que el escritor debe ser un eterno aprendiz: «Mientras no pare de vivir no pararé de aprender las cosas de mi oficio».
Cuando le preguntan de dónde nacen sus historias, contesta: «No sabe uno por qué, de pronto… Estoy afeitándome o caminando o despertando de la siesta y veo de pronto algo que me hace decir: aquí hay una historia». Eso sí, nos advierte: «Si escribo poco, se me ocurren menos historias que si escribo mucho». Así, que amigo, hay que estar en el tajo.
«Porque para escribir bien –dice Bioy– hay que escribir mucho, hay que pensar, hay que imaginar, hay que leer en voz alta lo que uno escribe, hay que acertar, hay que equivocarse, hay que corregir las equivocaciones, hay que descartar lo que sale mal».
«Nadie tiene recetas para escribir bien» afirma con toda honestidad. «Lo que pasa es que escribir se parece a cocinar (…). A lo mejor escribir bien consiste en saber, en todo momento de la composición, cuál es la cantidad suficiente».
También nos confiesa: «Hay tanta gente que escribe para lucirse… Yo empecé escribiendo así y fracasé hasta el día que olvidé esas pretensiones».
Sé tú mismo es una máxima en la vida y en la escritura, fácil de entender, difícil de llevar a cabo. «A los que buscan originalidad habría que decirles que buscarla es una manera poco sutil de lograrla, ya que para conseguirla les bastaría con ser ellos mismos».
Y, claro, también nos habla de aspectos más «técnicos» como las unidades de tiempo, de lugar y de acción de una historia; de los personajes, de los diálogos, de la distinción entre lo verdadero y lo verosímil, del lenguaje, «las palabras más simples son las mejores» o nos recuerda que lo ideal es comenzar en medio del asunto, en pleno follón para atrapar al lector desde la primera frase.
«A la hora de escribir», de Bioy Casares, un libro repleto de sugerencias que te serán de gran utilidad. Que lo disfrutes.
Este libro de Bioy se me ha escapado siempre, por casualidad ¿lo tienes? Sería genial.
Un abrazo.
Sí. Recuérdamelo el jueves. Un abrazo.