Las horas muertas
ahí perdido
en el ombligo,
rumiando solo
malos recuerdos.
Las horas muertas
queriendo siempre
llevar razón
en la charleta
sin ton ni son.
Las horas muertas
pamplineando
en el whatsapp
la tele puesta,
vaya monserga.
Las horas muertas
ensordecido,
los pensamientos
que no se paran,
menudo ruido.
Las horas muertas
bebiendo birras,
fumando petas,
quemando rueda
en carretera.
Las horas muertas
asesinadas
en la rutina,
como currela
en la cadena.
Las horas muertas,
qué mala estrella
y cuánta queja,
sin disfrutar
de la pereza.
Las horas muertas
en esa celda
del propio miedo,
matando el tiempo
en el facebook.
Las horas muertas,
menudo muermo,
qué aburrimiento,
siempre contándome
el mismo cuento.
Muy bueno Ricardo, y se podría seguir.
Gracias, Marisol, pues nada, te invito a que lo continúes en los comentarios, si te apetece. Un abrazo.
Muy bonito es parecido a las cosas que hago.un saludo Ricardo.
Gracias, María Victoria. Espero que sigas escribiendo. Un abrazo.