Mano izquierda utilizo
para torear la vida
cuando viene muy torcida
y no perder la alegría.
Mano izquierda, yo me digo,
en los días cuesta arriba
para subirlos bailando
y contagiarlos de vida.
Mano izquierda es la que uso,
cuando menos te lo esperas.
para acariciar tus muslos
y mimarte la entrepierna.
Mano izquierda preparada
para la dura embestida
de la bestia enfurecida
que a todos nos habita.
Mano izquierda y maestría
para escribir tonterías
y dibujar en el aire
mis quimeras amarillas.
Mano izquierda muy traviesa
vacilona y creativa,
las rectas, mejor torcidas
y lo serio a la parrilla.
Mano izquierda, ella sola,
la que vuela a su bola,
la que hace carambolas,
la que me deja en bolas.
Mano izquierda y mucha calma
en los días laborables
para acariciar sus horas
y volverlos más amables.
Mano izquierda y en su palma
arde el polen de la vida
que despierta nuestras risas
en esas noches sin prisas.
Mano izquierda siempre alerta
para aflojar las riendas,
para espantar las sombras
e irme por ahí de juerga.
Mano izquierda, ya te digo,
esa que no tiene enmienda
alocada y temeraria,
y que al diablo se merienda.
Disparador de escritura
Como la última entrada publicada de escritura creativa va del censor interno, venga, escribe un texto que le moleste especialmente a tu censor interno.
Vaya, justo estaba escribiendo sobre él.
Un abrazo Ricardo.
Se llama sincronicidad, je, je. Besos, Marisol.