Me llamo Memondo,
soy tonto del bote
y como sombrero
llevo un capirote.
Yo vivo del cuento,
como sopa boba,
duermo como un tronco,
soy una marmota.
Tengo en el cerebro
agujeros negros,
ahora ya no pienso
y ando más ligero.
No estoy contratado
ni tampoco en paro,
a mí no me para
ni dios ni el diablo.
Los lunes al sol,
mejor que en el tajo,
no me contéis cuentos
de vuestros trabajos.
No tengo un móvil
ni un cuatro por cuatro
ni un salario fijo
ni cuenta en el banco.
Paso de horarios,
yo voy a lo mío,
hago lo que quiero,
no pido permiso.
Vivo muy contento,
me río de mí mismo,
la vida es juego,
siempre seré un niño.
Mira que no corro,
ya no tengo prisa,
lo contemplo todo
desde otra brisa.
Y como mascota
tengo una hiena,
estoy aprendiendo
a reír como ella.
Hablan de la crisis
en el Mercadona
con los carros llenos,
me parto la polla.
Yo cometo errores,
como todo el mundo,
pero no te culpo
de mis desaciertos.
Aunque me la peguen,
yo siempre confío,
si viene torcido,
lo toreo y sonrío.
He perdido el miedo,
ya nada espero,
no tengo deseos
ni casi recuerdos.
No hay nada seguro,
todo es incierto,
por eso apuro
todos los momentos.
Ya no me preocupo,
tan sólo me ocupo
de lo que ahora mismo
me traigo entre manos.
Espíritu abierto
es lo que cultivo,
divago y converso
hasta con los muertos.
Tal vez sea un loco,
tal vez sea un necio,
vivimos un sueño,
pues que sea bello.
Yo sólo escribo
por amor al arte,
yo sólo escribo
para enamorarte.
Como la gaviota
sigo tu pesquero,
tú tiras a puerto,
yo voy mar adentro.
Me quito el disfraz,
me paseo en cueros,
llegan los civiles
y me llevan preso.
Soy un pobre diablo
y ahora ya me largo,
que hace un buen rato
que me quema el rabo.
Disparador de escritura: Anímate, coge papel y boli, y escribe un texto presentándote en tono de humor. Es gratis y muy saludable.
Muy buena, Ricardo
Gracias, Damián, me alegro de que te haya gustado. Un abrazo.
Me encanta Memondo. Un abrazo.
Gracias, Marisol, que no falte el humor. Besos.
Lo he intentao en casa
«maquedao» aburrido
me he ido a la playa
se «mamojao» el hilo,
me he subío al monte
y ando puestecito
yo sí tengo móvil
que jodes guapiño.
Ja, ja, ja. Ya sabes cómo funciona esto de la escritura. Intentas veinte veces contar aquella historia tan sabrosa y no hay manera, y el día que te pones a escribir a partir de un cenicero o, en este caso, de «me mondo», sale todo del tirón. Así son las musas de esquivas, lo importante es que te pillen trabajando; es decir, con la antena puesta y receptiva. Entonces la magia ocurre sola. Besote.
Te conocí en la fiesta de apertura de la Gramola en Malaga ,y ahí ,ya, fue con versos con sentidos del hmor con los que me hicistes reir .
Me alegro de ver que ,a esar de los pesares ,sigues siendo así.
No cambies.
un abrazo.
Lo recuerdo, Mari Carmen, además se presentaba un número de la revista Voces de Almuñécar. Un rato muy divertido el que pasamos junto a Javier Franjamares, José Guerrero y más gente de Málaga y Almuñécar. Un abrazo cordial.
Fantástica
Gracias, Victoria. Me alegro de que te haya gustado.