Atravesar el fuego
y no quemarme,
atravesar el agua
y no mojarme,
atravesar los días
sin mirar la hora,
atravesar los besos
sin quedarme en ellos,
atravesar el miedo
muerto de risa,
atravesar el círculo
hasta las afueras,
atravesar la noche
y seguir luciendo,
atravesar la calle
con el baile puesto,
atravesar la duda
sin certeza alguna,
atravesar la música
sin dar la nota,
atravesar la vida
a ras de hormiga,
atravesar el espejo
como un reflejo,
atravesar la muerte
y salir ileso,
atravesar el folio
y empezar de nuevo.
Muy lindo Ricardo! me gusta.
Gracias, Marisol. Atravesar el halago… y seguir escribiendo. Un abrazo.
Me encanta lo bien que te lo pasas escribiendo, ese jugar con disparadores. ¡¡¡Tengo unas ganas de que empiece el taller!!!
Ya pronto, Mila, de nuevo un espacio para jugar con la escritura. Besos.