Yo qué sé del bien,
yo qué sé del mal,
yo qué sé de ná,
yo estoy tó p’allá.
Yo qué sé de un plan
para el control mundial,
yo es que me hago pis
si leo El País.
Yo qué sé el porqué,
el porqué de ná,
tantas teorías
no sé para qué.
Yo qué sé del mundo
ni de tanta guerra,
yo no veo la tele
porque me marea.
Yo qué sé de Dios,
yo qué sé de Alá,
yo qué sé de Buda,
yo soy Forrets Gamp.
Yo qué sé de ti,
si no sé de mí,
déjate de penas
y vamos a reír.
Yo qué sé, mi amor,
si es bueno el jamón,
dame un besito
y luego un revolcón.
Yo qué sé del tiempo,
ni de lo eterno,
sé de este momento
y es lo que celebro.
Yo qué sé qué es bueno,
yo qué sé qué es malo,
yo ya no elijo,
yo ya no comparo.
Yo qué sé de adentro,
yo qué sé de afuera,
yo qué sé del pollo
que hay en mi nevera.
Yo me descoloco,
no sé si estoy loco,
pero sobre todo
no me como el coco.
Yo qué sé qué es cierto
o qué es puro cuento,
yo ya sólo creo
si lo experimento.
Yo soy un ignorante,
no tengo respuestas,
acaso me has visto
cara wikipedia.
No me des la monserga
con tanta seriedad,
la vida es una fiesta
y la voy a celebrar.
Yo qué sé quién soy
pero aquí estoy
y como un capullo
sigo floreciendo.
Tienes mucha razón, pasar de todo es una de las mejores recetas que conozco para disfrutar un poco de la vida. Estoy contigo.
Qué nos gusta opinar. Creemos que nos lo sabemos todo y, en realidad, no nos enteramos de la misa la media. Gracias por el seguimiento. Besos.
A mi me divierte opinar de todo, de lo divino y de lo humano. Sola y en compañía. Opinar y oír opiniones. Con esas cosas paso yo un buen rato. ¡Qué buenas las diferencias! Así somos.
Me parece genial.
jejeje. Cuánta verdad esconden esos versos rimados, amigo Ricardo. Muy chulo. ;)
Gracias, Antonio, y suerte con tu último poemario «Zonas». Y aquí dejo el enlace a tu página para los lectores del Duende: Balas de tiza
Muchas gracias, Ricardo. Un abrazo.
Existes sin saber al exponer y al mismo tiempo me alegra recitarte. gracias.
Gracias, Raquel. Y a mí me alegra tu alegría. Un besote.